Gracias 2016
Hoy miro atrás y te busco en mi historia, esta historia que de tu mano se ha ido tejiendo a lo largo de este año.
Y te encuentro a mi lado en el día a día, como presencia sigilosa que ha ido envolviendo cada momento, que ha llenado de sentido el tiempo, que ha sido Palabra cuando alrededor solo había silencio, que ha sido luz en los momentos de tinieblas.
Te encuentro en la vitalidad contagiosa de mis alumnos, en su alegría sanadora, cada vez que sus miradas inocentes han hecho sencillos mis problemas de adulta, en el regalo que ha sido el haber podido gastar con ellos algo de mi tiempo.
Te encuentro en la comunidad, en los gestos de entrega, las miradas creyentes capaces de encontrar tu luz en medio de la oscuridad, la constancia en el trabajo, la confianza en que lo que hicimos daría su fruto, aún sin saber cómo, cuándo o dónde.
Te encuentro en la preocupación sincera por los demás de tantas y tantas personas que han entregado su vida a los otros dejando que tu luz brillara en todo lo que hacían.
Te encuentro en el sufrimiento de tantos cuyas historias a lo largo de este año han sido marcadas por el duelo, la tristeza, la soledad, te encuentro en sus rostros y en sus palabras, en su saber enfrentar el dolor de cara para que la vida siga.
Te encuentro en la despedida de quien nos ha dejado para reunirse Contigo, pena convertida por la fe en certeza de que alguien más ahora cuida de nosotros desde el Cielo.
También te encuentro en los momentos de incertidumbre y de temor a la muerte que a veces me han acompañado…allí también estabas, para recordarme que estamos en tus manos, y que nuestra vida en la tierra no es más que una escuela de aprendizaje para la vida verdadera, la que viviremos sin este cuerpo que enferma o envejece, la que será a tu lado y para siempre.
Señor, si miro atrás y te busco en mi historia, te encuentro hecho esperanza, fe y caridad, en los hechos y en las personas que han marcado este año que hoy termina, y solo puedo agradecer tanto bien recibido.
Pronto estrenaremos otro año, una nueva oportunidad para seguir encontrándonos contigo en la Tierra, un tiempo que es un regalo que ojalá nunca demos por supuesto, porque la vida es un privilegio ante el cual solo cabe el agradecimiento.
No sé que nos reservará este nuevo año. Pero que no nos falte Señor, la sabiduría de saberte reconocer en lo que venga, y la docilidad para saber alinear nuestra voluntad a la tuya, sea la que sea.
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