Ya llega el mes del rosa

Empieza el mes de octubre, mes dedicado, entre otras cosas, al cáncer de mama. 


Todo se viste de rosa, hasta las botellas del agua FontVella ya lucen el famoso lazo en su etiqueta (así cada vez que tomo agua me acuerdo que tengo cáncer, no vaya a ser que se me olvide). 
Hoy leía una reflexión de la oncóloga Ana Casas sobre el sentido ambiguo de esta "explosión de rosa". Me hizo pensar y tengo que decir que, aunque el rosa sea mi color favorito, sinceramente no creo que el cáncer sea de color rosa.
Más bien yo diría que es multicolor. Porque el cáncer tiene el color de la incertidumbre ante un pronóstico, del temor a sufrir y hacer sufrir a los que amas, de la preocupación por la eficacia de un tratamiento. 
El color de la esperanza de poder retomar algún día tu vida, el de la alegría inmensa por cualquier mejora por pequeña que sea, y el de la tranquilidad que te da oír a tu oncóloga decir que “vamos bien”. 
También tiene el color del cansancio, del dolor, del miedo. 
El color de la vida por la que luchas. Y el del agradecimiento por la vida de aquellas que con su lucha te enseñaron a enfrentarte a la enfermedad de cara, y luego se fueron con la promesa de que algún día nos volveremos a hacer compañía en el Cielo.
Y podríamos añadir muchos más…

 

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Maravilloso Chiara! Que verdad más grande. Me encantó conocerte en el foro. Espero que nos veamos de nuevo. Besos.

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